viernes, 2 de enero de 2009

Paredes y Acertijos

Ordenando mi cuarto para empezar otro año de desorden, me encontré con un cuaderno viejo, viejísimo. Ojeando sus páginas por pura curiosidad, encontré este poema. No sé por qué lo comparto, quizás porque otros me han confiado cosas vergonzosas que han hecho por despecho. ¿Quien no ha sentido nunca que no merece a una mujer en especial? Este desperdicio de versos es para ellos.


Paredes y Acertijos

Tan tóxica es la luz nocturna
como el murmullo de tu imagen.
Soy verdaderamente ciego,
pues no veo sino lo que recuerdo
y qué recuerdo sino lo que me gusta.

Dejo a la soledad y al silencio
corroer las murallas que me niego a ver sobrio.
Me encuentro entonces con la esfinge y su acertijo.
Soy cobarde y no respondo.

Tanto como un problema,
sos una solución.
Soy verdaderamente sordo
pues todos gritan la respuesta
y qué escucho sino lo que entiendo.

No me habitúo al martillo y al cincel
y derribar barreras requiere práctica.
Hasta ahora fuí gigante de castillos de arena.
Soy un niño y no alcanzo.

¡Qué absurdo mi problema de paredes y acertijos!
¿Te merezco si te creo merecer?
No tengo alas pero si planos.
Sos un ave y yo una rama.
Simple, simple, simple.


1 comentario:

~H~Herberth~H~ dijo...

Buena entrada, con post como estos su blog va camino a la popularidad.