domingo, 18 de mayo de 2008

Modales

Me permito hoy compartir me horrible frustación.

Acabo de ver en Youtube, el vídeo de la entrevista que le realizó Edgar Silva al Doctor Hunter "Patch" Adams, fundador del Instituto Gesundheit (que funciona como Hospital Gratuito en Estados Unidos) y promotor de la riso-terapia, en su visita a nuestro país.

El Dr. Adams, médico y payaso profesional, es una autoridad mundial en el uso de medidas alternativas de sanación y mejoramiento de la calidad de vida. Sus métodos han tenido tal reconocimiento que ha sido incluídos en la medicina moderna. Es una inspiración para todo aquel involucrado en las ciencias médicas. (http://www.patchadams.org/campaign/)

Edgar Silva por su parte, es un remedo de periodista y un patético presentador.

Ya se imaginarán como estubo la entrevista.

Edgard Silva, en clara oposición a las ideas del Dr. Adams con respecto al TLC y sus repercuciones en salud y educación, se mostró agresivo y sumamente irrespetuoso olvidando por completo sus modales y señalando con su dedo en repetidas ocaciones al doctor. Lo que no es de extrañarse, pues evidentemente desconoce toda norma de cortesía y lo demuestra una y otra vez en los programas que presenta. Vergonzoso que recibieran a un payaso con un monigote.

Independientemente de la posición que tenga el doctor, Edgar Silva debió mantener su opinión para sí mismo, mientras su invitado exponía las suyas. Hacer preguntas que aseguran la continuidad de la conversación. En fin, la idea era escuchar al visitante. A nadie le importa lo que piense Edgar Silva, él no estaba ahí para defender ninguna posición, y en todo caso, él no es quien para discutir con Patch Adams en un programa. A Edgar Silva le falta mundo.

Conversar es un arte que necesita conciencia absoluta y respeto extraordinario. Meditemos sobre esto. Los modales no son para adquirir clase, son para mostrar aprecio. Invitar a alguien a nuestro hogar y que se sienta lo suficientemente cómodo (a) como para sentarse a comer, y aún mejor, con ganas de volver, es una de las más maravillosas formas de compartir. Piénsenlo, no hay absolutamente nada peor que sentarse a comer a la mesa de un lugar donde no nos sentimos en comodidad o peor aún, que la comida este fea. No hay nada mejor que llegar a una casa y ser bien atendido. Ser un buen anfitrión no es más (ni menos) que otra habilidad social. La importancia que le demos es directamente proporcional a la profundidad del respeto que tenemos por la persona que ha entrado a nuestro hogar. Así de simple.

Los modales son cool.

http://www.youtube.com/watch?v=EnmEqMXolyc

Pedro



1 comentario:

Juan dijo...

Es en verdad una verguenza lo de Edgar Silva, un claro ejemplo de cuando se pierde totalmente el sentido del espacio y el tiempo, muy mal. Me gusto mucho eso de: "Vergonzoso que recibieran a un payaso con un monigote"